FESTIVIDAD DE PENTECOSTÉS - Recopilación de Néstor Germán Rodríguez
La palabra “Pentecostés” significa en griego “cincuenta”, haciendo referencia al número de días transcurridos después de la Pascua. Estas fiestas ya celebraban los hebreos en los tiempos de Jesús. Siete semanas más un día (cincuenta días) después de la Pascua, presentaban a Dios dos panes hechos con el trigo recién cosechado.
Esta “fiesta de la cosecha”
recordaba el tiempo en que el pueblo de Dios vagaba por el desierto sin tener
dónde sembrar ni qué cosechar. Dios les dio una tierra para que la sembraran.
Imaginemos la alegría el día en que recogieron su primera cosecha en aquella
tierra tantas veces prometida y otras tantas esperada. Por fin podían comer un
pan sembrado, cosechado, molido, amasado y cocido por ellos mismos.
¿Qué es la fiesta de Pentecostés?
Pentecostés adquiere un
significado nuevo entre los cristianos. En esta fiesta descendió el Espíritu
Santo sobre los apóstoles, Iglesia naciente, cuerpo de Cristo que recibe al
Espíritu Santo para que lo anime.
¿Qué sucede en el día de
Pentecostés?
Pentecostés sigue sucediendo hoy,
porque ese Espíritu Santo que descendió sobre la primitiva Iglesia, Cuerpo
Místico de Cristo, para servirle de alma y darle vida, sigue presente en la
Iglesia actual. ¿Cómo lo hace?
En primer lugar, está presente en la Iglesia, dándole la unidad que Jesús pedía insistentemente al Padre para sus discípulos, está iluminando al Papa y a los obispos, sucesores legítimos de los apóstoles, para guiar a la Iglesia, santificarla y enseñarla a conocer la doctrina de Jesús.
El Espíritu Santo también está
presente santificando a la Iglesia, que es santa por su origen divino, por su
fundador que es santo, pero que es pecadora por nosotros los humanos que la
formamos. La presencia santificadora del Espíritu Santo se manifiesta en los
frutos de salvación que se dan constantemente en la comunidad eclesial. La
Iglesia Católica se goza, no en fabricar santos, sino en declarar que Dios se
ha portado maravillosamente en la santidad de nuestros hermanos.
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